miércoles, 20 de abril de 2011

Delirios de un gato vomitando.

-Dime algo con amor.
-Metamorfosis.
-¡No! Con amor de verdad.
-Quiero metamorfosearme contigo.

domingo, 10 de abril de 2011

¿Cuánto sol le he vendido al mar por tempestad?

No hace un día muy soleado y llama la atención, porque Julio es un mes acostumbrado a tener mucha luz. Te miro, y no te toco porque tengo miedo de despistarte y que tengamos un accidente. Lo tendríamos de todas maneras, y no hablo de salirse de la carretera. Pero ya te encargas tú de posar tu mano en mi pierna y yo me ocupo de que mis dedos jugueteen entre los tuyos, con cuidado de no atraparte y que no te de tiempo a retirar la mano cuando lo necesites.
Cúrame con tus dedos, llevame a tu lado, a mi lado.
Hemos llegado. El sitio no está mal y ya lo conocíamos muy bien los dos, no sé si decir que juntos o por separado. Nos preparamos nuestro rinconcito, nos descalzamos y me siento en el suelo con cuidado de no mancharme ni los pies ni las piernas. Quieres ir ya para allá, me lo pides primero con miradas, luego con gestos y más adelante con palabras, me encanta ver dibujadas las mismas palabras que utilizas al hablar en tus ojos. Yo te hago caso a medias, pero al final me pides ir para allá del todo y bien, me lo pides con un abrazo y ya con eso entiendo todo. La gente acaba de desaparecer.
Ahora dormimos, o como mínimo cerramos los ojos, pero estamos tumbados y al lado. Viene aire fresco al ras del suelo y me entra en el pelo y en los recovecos de la cara arena y otras cosas. Abro los ojos para quitarmela, y lo que veo es tu cara dirigida hacia mí, con los ojos cerrados y un brazo que te tapa desde media nariz para abajo, el pelo se te ve raro y te lo toco. Abres un ojo, no sé si sonries, pero no me importa, yo sí sonrío.
Quiero volver al agua, pero no te lo pido porque te veo muy bien así, medio dormido. Todavía me queda mucho por recordar.

lunes, 4 de abril de 2011